Siempre me ha impresionado el impacto mediático, social, cultural e identitario que genera la marca Nike, no sólo con sus productos, también con sus anuncios publicitarios. El aspiracional que genera en ciertas tribus colectivas sin importar el NSEyC, reconfigurando códigos y símbolos que se intentan proyectar en una pequeña realidad social; un breve imaginario urbano en donde lo inalcanzable (en este caso grandes jugadores) puede tornarse cotidiano y mundano con tan sólo un cambio o giro del caleidoscopio, por instantes nos muestran deseos y aspiraciones paralelas a uno mismo.
Esto no suelo hacerlo con frecuencia, pero me divierte encontrar este tipo de golosinas que me distraen y/o complementan algunos de los sentidos, sobre todo cuando el aire comienza a oler a fútbol.
Algo que llama mi atención es la incursión de Iñarritu en el mundo del deporte mostrándonos a grandes jugadores como Didier Drogba, Donovan, Cannavaro, Cristiano Ronaldo, entre otros tantos... lástima que también continue cargando su lastre llamado Gael García y aún más que quieran representarlo con una imagen de fútbolista por segunda ocasión... en fin, se puede olvidar esa parte...