23.6.10

Una película de un libro: Interpol: Lights

La mayoría de las veces suelo cerrar los ojos ante los videos de música que se proyectan a mi alrededor. Esto se debe a que mi forma de consumir, paladear y digerir cada canción está relacionada, de forma intrínseca, con mi proyección de imágenes, sensaciones y estados de ánimo que por ella misma me puede provocar. Habría que aclarar que esto no sólo ocurre con videos, incluso se manifiesta con algunas páginas, blogs, etc., que puedan influir en mi gusto, aceptación o rechazo por uno u otro grupo, sobre todo aquellas que son altamente visuales.

Una vez que suelo ingerir y tratar de entender, a mi forma y a mi modo, las letras sónicas que voy encontrando, quizá y sólo quizá, pueda enfrentarme, directa o indirectamente, con esta segunda parte visual que me permite el juego comparativo entre mis imágenes y las que alguien más crea. Esto se vuelve sumamente divertido, sobre todo cuando los significados y la absorción de una canción es completamente diferente.

Escribiré algo sobre mi rechazo, mejor dicho postergación visual:

Observar una canción antes de ser escuchada te proyecta una serie de imágenes que se interiorizarán como referente de la misma, te crearán una historia que, quizá, no hubieras imaginado. Esto te llevará a la proyección de algunas imágenes en cada momento que escuches dicha canción y reconstruirás o reconfigurarás la historia con algunos elementos que tú puedas incorporar, aún así, la base de la misma ya te está dada, limitando tu expresión y creación, en cualquier sentido, individual.

Creando una analogía entre literatura y cine:

Cuando se suele observar una película que fue adaptación de un libro, las imágenes, historia, símbolos se introyectan en uno, las va recreando, comentando, recordando y se va fortaleciendo esas imágenes como referente del título. Ocasionalmente, esto puede provocar, si fue lo suficientemente atractiva, que se uno se dirija a la versión escrita. Al momento de leer el libro, inevitablemente, saldrán a flote las imágenes de la película en determinados pasajes del libro y los rostros, contexto, etc, serán recordados o, en el mejor de los casos comparados, con los de la pantalla grande y así, el cine limita nuestra creatividad con la lectura de un libro.

El proceso contrario, resulta más interesante. Leer el libro en primera instancia nos permite mostrarnos altamente creativos al recrear y vivir cada aspecto que se nos presenta en letras, que con un ligero giro se convierten en imágenes, emociones, palabras. Cuando, posteriormente, se suele ver la película existe una crítica mayor hacia uno y otro, entre libro y película, entre uno y la visión del otro.

Esto se suele evitar muchas veces cuando sólo se consume uno u otro, lo que ocurre en la mayoría de las veces, pero eso sería otra perspectiva que hoy el olvido nos permite dejarlo a un lado.

Ver un video antes de escuchar la canción, es ver una película antes de leer el libro.

Todo esto, se debe al nuevo video que han presentado ahora en la madrugada la banda de Interpol que lleva por título Lights y el cual me agrada en demasía. Quizá este influenciado por mi apego al tipo de música que han mantenido y al parecer continuaran generando en este su último disco, del cual nos encontramos a la espera. Excelentes imágenes (que me recuerdan referencias Tarantinescas), una historia diferente a la mía, contrastes sensuales, rituales reales. La voz de Jualian Plenti que en momentos pereciera que esta narrando una emoción, una historia (tipo Roger Waters), sonidos característicos que golpean mi interior y evocan algarabía compartida Sabiniana…

En fin, mi deseo por compartirlo es basto, así que espero puedan disfrutarlo muy a su manera y muy a gusto mío…

Por cierto, podría parecer una contradicción que ahora muestre el video, pero mi propia historia de la canción hace tiempo la cree al haber bajado el sencillo… es decir, ya había leído el libro...

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